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Senda del Oso

Algunas especies animales requieren de un hábitat muy bien conservado, poco transformado y en equilibrio con el resto de especies animales y vegetales con las que cohabita, es el caso del Oso Pardo.

Este sendero nos conduce a los paisajes del oso típicos del Alto Pisuerga.

El sendero se puede iniciar desde las localidades de Cervera de Pisuerga o desde Arbejal.

Se trata de un recorrido circular que discurre por antiguos bosques de roble hasta el embalse de Requejada.

Desde aquí el sendero nos conduce, tras una subida, al paraje de “Peñas Negras”, o Petras Nigras, como hace ya unos cuantos siglos se denominó al pueblo que allí existió.

Se trata de un paraje con magníficas vistas a la vega del río Pisuerga entre Cervera y Arbejal y los extensos bosques que alfombran el paisaje hasta las faldas del Curavacas. A través de una vieja cañada Real, el sendero nos devuelve a Cervera.

El sendero se encuentra señalizado y pertenece a la red de uso público del Parque Natural de la Montaña Palentina.

dificultad:
Medio
duración:
Medio día
recorrido:
Circular
distancia:
11.70 km
señalizada:
Si
desnivel de subida:
300 m.
desnivel de bajada:
300 m.
descargar Folleto Informativodescargar rutacómo llegar

Ruta y altimetría

Descripción

Esta senda (PR-Pl) es un itinerario señalizado, lo que evita casi totalmente la posibilidad de extraviarse. Un panel informativo, situado junto al puente de San Roque, en la salida de Cervera de Pisuerga por la C-627 en dirección a Potes, nos señala el inicio de nuestro recorrido. La senda tiene un diseño circular, por lo que, aparte del trayecto que proponemos aquí, existe la posibilidad de abordarla desde otros puntos de su recorrido. Iniciamos la marcha en la margen derecha del Pisuerga, cruzando una zona urbanizada donde se ubican un recinto deportivo, un parque recreativo y el camping de la Bárcena. Entramos en el parque y una señal nos muestra un camino que pronto se transforma en un sendero. Éste bordea el curso del río entro un denso sotobosque de árboles y arbustos de ribera y donde encontramos fresnos, sauces, chopos, y también algún roble que desde el cercano bosque se asoma a la orilla del río. Tras franquear una valla, continuamos caminando, ahora entre campos de cultivos, por una pista de tierra que nos conducirá hasta Arbejal. Pronto llegamos a un cruce de caminos, la pista de la izquierda conduce hasta el Parador de Turismo, donde se encuentra el acceso alternativo A-5 y la pista de la derecha, que es la que seguimos, entra en el pueblo tras cruzar un puente.

Arbejal presenta un caserío con abundantes muestras de arquitectura rural bien conservada. El pueblo fue en el pasado señorío de la Orden de Malta que fundó aquí un priorato en el s. XII. Tanto la iglesia de San Andrés como la ermita románica semiderruida del cementerio conservan grabada en sus muros la Cruz de Malta, símbolo de la orden.
Desde la iglesia parroquial el camino continúa ladera arriba hasta cruzar la carretera del embalse. A partir de aquí continuamos subiendo por una pista hasta el vallejo de Congosto. Una vez que hemos remontado el valle, una señal nos sugiere la posibilidad de descender por la pista de la izquierda entre un robledal hasta un chozo de pastores. Si desechamos este desvío, nuestra ruta continúa a la derecha por un sendero que pronto desciende entre el robledal hasta la orilla del pantano, Bordeando las aguas hacia la derecha llegamos hasta una antigua cantera, que resulta un lugar excelente para disfrutar del paisaje y reponer fuerzas. Esta cantera perteneció a Villanueva, uno de los pueblos que duermen bajo las aguas del embalse de Requejada. De aquí precisamente se extrajo la piedra caliza utilizada en la construcción de la presa.

El pantano sepultó también el antiguo pueblo de Santa María de Vañes, hoy reconstruido en la orilla opuesta y que divisamos a nuestra derecha. Desde este mirador también se divisa, al frente el pueblo de Polentinos. Continuamos la marcha remontando el vallejo en el que se sitúa la cantera, dejando el pantano a nuestras espaldas y a la izquierda la Peña del Oso. Al llegar a lo alto del collado, una señal nos invita a continuar hacia el este, introduciéndonos en un bosquecillo. En este tramo, en el que el sendero serpentea entre los robles, deberemos prestar mucha atención a las señales pintadas en los troncos de los árboles, con el objeto de evitar extravíos. Enseguida salimos del bosquecillo para toparnos con las oscuras crestas de Peñas Negras. Tras cruzar una nueva valla ganadera el camino comienza el descenso. Una señal nos invita a encaramarnos a las rocas, desde donde se domina la comarca. Desde esta atalaya podemos contemplar el valle del Pisuerga y las terrazas y montañas que lo escoltan. Están presentes casi todas las cumbres de la Montaña Palentina: El Macizo de Curavacas, la Sierra de Peña Labra y la Peña. En este paraje se ubicaba una fortaleza medieval, hoy ya desaparecida, que en el S. XI aparece como cabeza jurisdiccional del condado. Su origen parece estar ligado a la defensa de los pequeños núcleos de población fundados en la comarca en el inicio de la Reconquista. De nuevo el sendero desciende entre robles hasta llegar a una pradera en la que se ubica el chozo del Prado Concejo. Desde allí arranca una pista que comunica con la C-627, donde se sitúa el punto de acceso A-4 de la senda. Pero nosotros abandonaremos esta pista unos 500 metros más abajo, donde enlazaremos a la derecha con una vía pecuaria de la mesta. Se trata del cordel cerverano, un ramal de la Cañada Oriental Leonesa, que desde las cercanías de Saldaña se dirige a los pastos de Pernía y que nos habla del pasado pastoril de esta comarca. El cordel nos llevará de vuelta hasta la carretera de Arbejal, muy cerca del punto donde iniciamos el itinerario.

Distancia aproximada: 11 Km.
Desnivel: 300 m.
Duración: 4 horas.
Época: primavera, verano y otoño.

http://rutasgps.dip-palencia.es/r09/index.htm

Flora

En el primer tramo del recorrido, en la orilla del Pisuerga, encontramos vegetación típica de ribera: aligustres, boneteros y saúcos. Ya en el bosque encontramos el roble rebollo y albar alternando con pastizales y piornales y especies como el serval, ,acebo, majuelo, pudio, avellano y entre las herbáceas, la aguileña, los narcisos, los heleboros, las orquídeas, y las dedaleras.

Fauna

En las riberas del río habitan aves como el mirlo acuático, el martín pescador y mustélidos como la nutria y el armiño. El bosque es el hábitat de los grandes mamíferos como el lobo y el jabalí. Corzos y venados aprovechan la oscuridad para alimentarse en los pastizales.

Entre todos ellos destaca el oso pardo, que se alimenta de bellotas en el otoño para almacenar reservas para la invernada. Entre las aves, el pico mediano, el arrendajo y el cárabo, En zonas abiertas podremos observar el vuelo de buitres leonados, alimoches y otras rapaces como el ratonero y el milano real. A las aguas del embalse acuden somormujos, ánades, garzas reales y gaviotas reidoras.