Una vieja leyenda cuenta que un Gigante vivió en el Valle Estrecho.
Hoy solo podemos verlo dormido desde esta senda. Un camino que se convierte en todo su recorrido en un mirador, es una senda panorámica, centrada entre las dos cuencas fluviales que riegan el Parque Natural, la del alto Pisuerga y la del Alto Carrión.
Es una senda para mirar, extensos bosques caducifólios que vegetan a los pies de Peña Redonda, magníficas vistas de la Peña Santa Lucía, la manchas blancas que se desprenden de algunos riscos, demuestran que los buitres descansan a su abrigo.
Dos miradores ponen la guinda al recorrido, el de Peña Albilla y el de Caldacio, dos posiciones estratégicas para obserar los ciervos en las laderas de enfrente.
El sendero se encuentra señalizado y pertenece a la red de uso público del Parque Natural de la Montaña Palentina.