El viajero que se acerca a esta localidad es saludado en primer lugar por la pequeña ermita románica de la Virgen del Valle, que cuenta en su interior con pinturas murales del siglo XV.
Ya en el pueblo, se encuentran algunas de las construcciones utilizadas por los vecinos durante siglos: la fragua, el potro y el lavadero. En Vallespinoso destaca la casona blasonada de los Vielba, donde nació Matías Vielba (1858-1939) autor de obras sobre arte e historia de la provincia de Palencia.
La iglesia de San Juan Bautista, del siglo XIV, es de piedra de sillería y mampostería con espadaña a los pies. Cuenta con un destacable Cristo gótico del siglo XIV y con una buena imagen de la Virgen con el Niño.
Además de hombres de campo, vivieron en Vallespinoso mineros empleados en las minas de San Cebrián. Cada mañana salían del pueblo y recorrían el denominado ‘sendero de los mineros’ que les conducía hasta el tajo. Los más mayores hablan también de los despoblados de San Miguel y Llanillo, pueblos desaparecidos que se situaban junto a la carretera que conduce a Vergaño.