Cuentan los escritos antiguos que en este pueblo había hombres que comerciaban con la pesca y mujeres que hilaban el lino. También existía la ermita de Nuestra Señora del Camino, pero todo aquello ya no lo recuerdan ni los mayores del lugar.
Rueda nació junto al río, aunque luego se fue arrepintiendo y caminó hacia la carretera, donde se concentran las construcciones más modernas.
Recorriendo sus calles destaca la amplia y arbolada plaza que culmina el trazado de la calle Real. Rueda celebra cada 10 de julio las fiestas de San Cristóbal.
El pueblo cuenta hoy con un restaurante, una casa rural y dos carpinterías, servicios que se hallan junto a la carretera. Existió también un molino que hace décadas dejó de emplearse.