En ellas, el ganado busca la sombra en verano y el cobijo de las tormentas. Dentro del corral, se encuentra El Roblón de la Tenada, al menos seis personas deben unir sus manos en corro alrededor de este centenario roble para, juntos, dibujar su diámetro.
Bajando hacia Resoba, encontramos Campo el Astillero, llamado así porque del Monte de Milares (famoso por sus robles y escondite del oso pardo y el urogallo) se sacaban las traviesas para las vías del tren Bilbao-León, conocido como la Robla, inaugurado en 1894 y cuyas traviesas requirieron arreglos años después. Era una manera de obtener rendimiento del monte por parte del pueblo de Resoba.
Milares esconde grandes tesoros: robles centenarios, espectaculares aceberas, tilos silvestres, variedad de árboles frutales y la famosa huerta del tío Vitorino, que tiene las lechugas verdes todo el año, excepto cuando quedan cubiertas por la nevada.