Nació este pueblo en un paraje de gran belleza dominado por las cumbres de La Verdiana y Peña el Sol. Fue entidad menor de Roblecedo, pero andando el tiempo este pueblo terminó por desaparecer y fue Celada la que llegó hasta nuestros días. Antiguos romances recuerdan aquel poblamiento: De otra parte Roblecedo que sin gente se quedara, y cerca de él Herreruela y más lejos Estalaya La piedra, empleada en la construcción de casas y muros, es protagonista en Celada y concede a la localidad un particular atractivo montañés.
La iglesia de Santa Eulalia posee restos de la edificación original del siglo XII. En su interior destacan un Cristo Crucificado gótico del siglo XIV, varios retablos barrocos y la cruz parroquial.
La cercana ermita de San Roque, rústica construcción que los vecinos visitan el día del Santo, conserva frescos del siglo XV. En Celada fue hallado un enterramiento de la Edad del Bronce con un puñal de lengüeta y dos puntas tipo palmela que se hallan en el Museo Provincial de Arqueología de Palencia.