El histórico establecimiento afronta una reforma integral que lo convertirá en referente de sostenibilidad, accesibilidad y confort, sin perder la esencia que lo ha convertido en un símbolo del turismo de interior durante medio siglo.
El Parador de Cervera de Pisuerga, inaugurado en 1975 bajo el nombre de Fuentes Carrionas, ha celebrado este miércoles su 50 aniversario con un emotivo acto institucional en el que se ha rendido homenaje a su historia y a todas las personas que han contribuido a hacer de él un emblema de la Montaña Palentina.
El evento ha contado con la presencia de la presidenta de Paradores, Raquel Sánchez, el alcalde de Cervera de Pisuerga, Jorge Ibáñez, el subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Domingo Miguel, así como autoridades regionales, representantes de la red de Paradores y antiguos trabajadores. También asistió Ángel Montero, primer director del Parador tras su apertura.
En su intervención, el alcalde de Cervera, Jorge Ibáñez, destacó la dimensión social y territorial del Parador, que “desde 1975 ha sido un motor de desarrollo, un referente del turismo rural de calidad y una casa abierta al mundo”.
Durante su intervención, la presidenta de Paradores anunció el inicio, el próximo mes de octubre, de una reforma integral valorada en 9 millones de euros, que se desarrollará durante los próximos dos años. Esta ambiciosa actuación se enmarca dentro del plan de transformación de la red pública de Paradores de cara a su centenario en 2028. El objetivo es renovar más del 50% de los establecimientos con una inversión total superior a los 250 millones de euros.
La remodelación contempla mejoras en eficiencia energética, accesibilidad y habitabilidad: renovación de habitaciones y zonas comunes, cocina y cafetería, modernización de instalaciones eléctricas, climatización, fontanería y carpintería, además de la rehabilitación de la cubierta con la incorporación de placas solares y sistemas térmicos.
Hoy celebramos el pasado y nos comprometemos con el futuro. Porque Cervera de Pisuerga sigue siendo un municipio abierto al mundo, y el Parador, nuestro mejor embajador.
